Nuevos colores para decorar en Navidad

Hoy en día existe una variedad de colores y texturas para decorar la casa y la mesa en la Navidad. En los últimos años se ha podido observar que los tradicionales colores como el rojo, verde y blanco han sido reemplazados por una variedad de colores como el morado, verde, rosa, azul y púrpura. Para complementar esta decoración, no podrían faltar las guirnaldas con citas, los manteles con estampados coloridos y adornos brillantes o los adornos temáticos como Candy, de regalo, caña de dulce  .

Pero hoy en día el abanico de colores y texturas se ha abierto, dando lugar a combinaciones nunca vistas antes. Este año hemos podido observar como el negro y el naranja toman lugares destacados en algunos catálogos. El azul y el púrpura hace tiempo que nos acompañan estas fechas y hay un color que a mi me gusta especialmente para la decoración navideña: el blanco. Una tonalidad que evoca el frío del invierno y la nieve, relacionada en muchos países con estas fechas.

El brillo se viene sustituyendo o combinando con adornos mates. La madera virgen ha ganado un gran terreno en la decoración de la Navidad, encontrándola en bolas, guirnaldas y demás adornos. Los muñecos, que hace años eran de plástico, ahora se realizan en tela, corteza o punto.

Las bolas siguen siendo las protagonistas de la Navidad. Hace años eran muy caras, ya que se hacían de cristal opaco, brillante o satinado, así que montar el árbol de navidad era una tarea muy delicada ante el riesgo de que alguna de ellas se rompiera. Hoy en día la mayor parte de las bolas se hacen de plástico, con lo cuál facilita su manipulación y abarata el precio de manera significativa.

Las coronas de Navidad, es otro de los elementos que cada vez están más presentes. A la típica corona verde, le han seguido otras interpretaciones como las hechas con tela, ramas, flores, e incluso con adornadas con pequeños muñecos.

En definitiva, el abanico de colores y texturas de la decoración navideña se ha abierto de tal manera, que cada uno de nosotros podemos ser los propios artífices de unas fiestas muy personales.