Cómo colocar Cuadros en una Habitación: 10 Consejos y Técnicas
Ya tenemos los cuadros para nuestra casa o habitación y no sabemos como distribuirlos?. Pues aquí te traigo, gracias a la revista El Mueble, 10 ejemplos para renovar la casa con cuadros, espejos o láminas, ya sean éstos pequeños, grandes, con marco, sin marco, apoyados sobre una repisa, sobre la chimenea, o distribuidos en paralelo, en diagonal, etc.
Recomendaciones para colocar cuadros en una habitación
1. Una composición apaisada sobre el sofá
Las composiciones de cuadros que conforman figuras geométricas (rectángulos, cuadrados, etc.) son las más usuales, ya que resultan muy decorativas y regalan sensación de orden en cualquier estancia. Si quieres que la composición tenga un efecto visual más ordenado, al igual que en este salón comedor decorado por Clara Valls, es conveniente colgar los cuadros respetando su simetría. Si el espacio disponible para colgarlos no es muy amplio, tanto si se trata de una única obra como de una composición, es mejor que su anchura no supere la de la pieza inferior (sofá, cómoda, mesa auxiliar, etc.). Así evitarás que el cuadro o la composición "pese" demasiado. Para conseguir un efecto más armónico, una buena idea es coordinar el marco de las obras con alguna de las piezas de la decoración, como madera de los muebles, las puertas o el suelo.
2. Composición de cuadros en paralelo
Las composiciones en paralelo aportan equilibrio y realzan la pared en que se colocan. En ese caso, se han situado sobre un pequeño escritorio, lo que ayuda a delimitar este rincón. Para grabados y obras actuales, son muy adecuados los marcos de metal: son ligeros y combinan con cualquier decoración. Para evitar desperfectos en la pared, puedes colgar el cuadro con carriles: un riel metálico del que cuelgan dos barras o hilos con anclajes para la obra.
3. Cuadros realzados por las molduras
En ambientes clásicos, son ideales las obras con marcos tallados en pan de oro. Este tipo de marcos, por ejemplo, combina a la perfección con óleos de temática clásica (retratos, bodegones, paisajes, etc.). Si enmarcas también de esta manera obra gráfica o fotografías, crearás un fuerte contraste estético. Si la obra se sitúa encima del sofá, debes dejar un espacio mínimo de 45 cm entre el cuadro y el respaldo. Aquí, los cuadros quedan realzados por las molduras.
4. Series de cuadros en formato pequeño
Las series de cuadros (grupos de obras del mismo tema y formato) aportan armonía a cualquier rincón. Si su temática está relacionada con la habitación donde vas a colocarlos (cocina, baño, infantil, etc), se integran mejor en la decoración. En baños, cocinas y oficinas, para evitar que se estropeen por la humedad, procura enmarcarlos herméticamente: sellados con silicona con marcos de aluminio o maderas tropicales, resisten bien la humedad y el calor.
5. Igualar cuadros de tamaños diferentes
Si tienes obras de tamaño muy diferentes entre sí, prueba a colgarlas de forma que visualmente se compensen entre ellas, como aquí, donde las obras forman grupos paralelos. Se pueden iluminar con apliques (deben sobresalir 10 cm por encima de la obra), o focos especiales antirreflejos. Las acuarelas, grabados y pergaminos toleran hasta 50 W, mientras que los óleos, acrílicos y fotografías pueden aguantar hasta 150 W.
6. Colocar cuadro sobre la chimenea
El tiro de la chimenea es ideal para colocar una obra única de calidad o un espejo; al ser una zona muy visible, así das el máximo protagonismo al cuadro o al espejo. Tanto en ambientes actuales o más clásicos, para contrastar, una buena idea es decantarte por marcos anchos y lisos, o de efecto metálico. En el caso de esta imagen, se ha aprovechado la pared de al fondo para colocar otro cuadro que marca la transición entre el salón y la subida de la escalera.
7. Cuadros para decorar una escalera
Las largas paredes de las escaleras suelen ser un marco ideal para exponer una colección de varias obras, ya que en un espacio tan ancho, un solo cuadro pequeño se vería aislado del resto de la decoración. Para conseguir sensación de dinamismo, una buena idea es alternar cuadros con temáticas y tamaños muy diferentes, como en esta imagen. Procura que la distancia entre el cuadro inferior y su peldaño en vertical sea siempre la misma.
8. Cuadros con efecto de mural
Están muy de moda las obras sobre tela sin marco en formato de secuencia, es decir, que desde lejos, las obras se aprecian como un todo, a modo de mural. Al no tener marcos se potencia la continuidad visual entre los distintos lienzos. En estos casos, procura dejar al menos unos 10 ó 15 cm entre ellos para que cada cuadro "respire". Si los cuelgas sobre la cama, deja unos 20 ó 40 cm entre el cabecero -o la cama- y los cuadros.
9. Cuadros en línea, para zonas de paso
Los cuadros son una buena opción para dar calidez a recibidores o pasillos. Si son grandes deberás colgarlos en una pared en la que tengas perspectiva para mirarlos. El efecto visual variará según la composición: las hileras de campos verticales acortan visualmente el pasillo (como la foto). Si quieres alargarlos, elige una serie de cuadros apaisados. Si pesan poco, con un 'cuelgafácil' (clavo insertado en un plástico), evitarás tener que taladrar.
10. Cuadros apoyados en una repisa
Colocar uno o varios cuadros sobre una repisa o estante es una solución decorativa que permite moverlos y cambiarlos de lugar muy fácilmente. Es una opción ideal para habitaciones infantiles y juveniles, estudios.., ya que el resultado es más informal. En este caso, se ha combinado la madera de los marcos con la de la repisa que une los tres cabeceros. Al mismo tiempo, sus motivos siguen la misma gama cromática que el resto de las telas del dormitorio.

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